En el sector financiero, el cambio es históricamente lento. Las regulaciones, la aversión al riesgo y los sistemas
Capital One: Cómo el Design Thinking transformó un banco en una empresa de software
En el sector financiero, el cambio es históricamente lento. Las regulaciones, la aversión al riesgo y los sistemas
La innovación es imposible en un ambiente de miedo. El miedo silencia las buenas ideas, promueve el encubrimiento
La lección de Pixar para los líderes es que la verdadera fuerza se encuentra al otro lado del conflicto. No tienes que saberlo todo, pero sí tienes que estar dispuesto a escucharlo todo. El camino hacia la mejor idea está pavimentado con los desacuerdos bien gestionados.
La innovación en las empresas a menudo se percibe como un proceso jerárquico, donde solo los líderes y equipos de I+D generan ideas. Sin embargo, Ed Catmull, cofundador de Pixar, destaca que las mejores ideas pueden venir de cualquier nivel de la organización, siempre que se cultive un ambiente de seguridad psicológica. La historia de la película WALL-E ilustra cómo una idea fundamental, aportada por un ingeniero de software, se convirtió en su esencia emocional. Para fomentar la creatividad dentro de un equipo, los líderes deben eliminar el miedo al juicio, buscar aportaciones de todos los niveles y premiar la iniciativa.
Muchos líderes confunden la Transformación Digital (TD) con la simple actualización tecnológica. La TD no se trata solo de invertir en tecnología, sino de transformar la cultura organizacional y reinventar modelos de negocio. Digitalizar es mover procesos existentes a un formato digital, mientras que la TD implica cuestionar y cambiar el modelo actual. Ejemplos como Microsoft y Adobe demuestran que el éxito proviene de adoptar modelos de negocio basados en suscripción, priorizando la retención del cliente y la colaboración. Como líderes, es crucial empoderar a los equipos para experimentar y adaptarse, ya que la verdadera transformación requiere un cambio cultural, no solo tecnológico.
En el mundo empresarial, muchos líderes se sienten amenazados por la idea de contratar a alguien con más
En el ámbito empresarial, la contratación suele centrarse en las habilidades actuales de un candidato. Ed Catmull, cofundador de Pixar, sugiere una alternativa revolucionaria: priorizar el potencial de crecimiento futuro en lugar de las competencias inmediatas. Catmull contrató a personas sin experiencia en animación, impulsadas por una profunda pasión y curiosidad. Este enfoque culminó en la creación de «Toy Story» y estableció la cultura innovadora de Pixar. Para los líderes, se recomiendan tres principios: valorar más allá del currículum, fomentar un entorno de crecimiento y reconocer la capacitación como inversión estratégica, enfocándose así en el desarrollo del potencial en sus equipos.
En el ámbito empresarial, la confianza es vital pero a menudo malinterpretada. Ed Catmull, cofundador de Pixar, redefine la confianza al afirmar que no se trata de evitar errores, sino de confiar en las personas a pesar de ellos. En su libro «Creativity, Inc.», relata cómo Pixar enfrentó y superó fallos durante la producción de la película «Up» mediante un sistema de evaluación honesta y apoyo mutuo en lugar de culpas. Los líderes deben fomentar un entorno donde los errores sean oportunidades de aprendizaje, alentando la vulnerabilidad y valorando el esfuerzo sobre el éxito inmediato, lo que fortalece la resiliencia y la colaboración del equipo.
En el ámbito de los negocios, Ed Catmull, cofundador de Pixar, argumenta que el éxito no proviene solo de ideas brillantes, sino de un equipo cohesionado que puede desarrollarlas. Utilizando el ejemplo de Toy Story 2, Catmull ilustra cómo un equipo talentoso, pero desorganizado, luchó al principio, hasta que el equipo original tomó el control y transformó el proyecto en un éxito. Para los líderes, la clave radica en fomentar la honestidad, confiar en el proceso de iteración y priorizar el talento antes que las ideas. La cultura de equipo puede hacer la diferencia entre el fracaso y la innovación exitosa.
IBM enfrentó un desafío de relevancia a principios de 2010 y adoptó el Design Thinking para reinventarse. Bajo el liderazgo de su CEO Ginni Rometty, la empresa invirtió 100 millones de dólares para integrar esta metodología en toda la organización. Aumentó la plantilla de diseñadores y creó estudios de diseño colaborativos, además de capacitar a miles de empleados en Design Thinking. Esta transformación llevó a productos más intuitivos y una experiencia de usuario mejorada, con resultados positivos en satisfacción del cliente y eficiencia operativa. El caso de IBM subraya la importancia de centrarse en el usuario y el compromiso del liderazgo en la innovación organizativa.